¡Por Eolo!
Por la mañana había empaquetado la tienda húmeda, y quería secarla antes de llegar a Tan-Tan. Aproveché para tocar la alboka y sacar la foto de portada para el próximo single baskinternazionalista. ¡Saharalboka Pedal Tan-Tan Shash!
Soplando así, estarás de acuerdo en que unos pocos grados pueden tener un efecto decisivo en la salud (hablo del viento, pero con la Voll Damm también me pasa).
De través o un poco a favor, es el infierno o el cielo. Por aquí los alojamientos distan unos cien kilómetros entre sí. Como casi siempre es más cómodo dormir en una cama, es importante tener a Eolo como aliado.
Estos días han sido las casas las que me han alterado un poco el ánimo.
Con los problemas encarrilados, es un placer pedalear en llano a lo largo de la costa.
La costa al norte del Parque Nacional de Khenifiss es un acantilado larguísimo. Hacia el sur, en cambio, todo playa.
Pero no parece que aquí tampoco preocupe mucho el cambio climático. Junto a la carretera entre Guelmim y Tarfaya hay mucha maquinaria pesada aquí y allá, parece que construyendo dos nuevos carriles. Durante algunos kilómetros los he utilizado para evitar el tráfico.
Acercarme a la costa ha tenido otra ventaja enorme, después de tanto pollo y huevo.
Y de aquí para abajo ya no hace falta gps, si no es para calcular distancias. Si me equivoco de dirección, como mucho apareceré otra vez en Bilbao.
Decidí quedarme en Tarfaya hasta mañana porque venía calor. Después, si la predicción es buena, durante una semana el viento me llevará volando hasta Dakhla.
Por terminar con algo, es verdad que la velocidad de la bicicleta es muy adecuada para viajar y conocer sitios, pero hay mucho margen para elegir. Yo hago muchos descansos y, sin embargo, tengo que cambiar a menudo de diccionario. Del árabe “marroquí” al tamazight y de aquí para abajo al hassaní. Es verdad que casi en cualquier parte saben decir “quatorze dirham”, pero ¿quién no prefiere que le entiendan en su lengua, “arbatash” o, cómo no, “kkuz d mraw” (catorce en árabe y en tamazight)?
Pues ala, me voy a comer un buen plato de pescado por ishrin (veinte) dirhams. ¡Bismillah!