Este último mes ha sido increíble. Entre otras cosas, salí de casa con la idea de escribir un libro de ficción y, siguiendo el tópico, la realidad la ha superado con creces.
He decidido meter en las alforjas las aventuras vividas con Zacarías y volver a casa, para darles allí forma de libro.
Aunque estoy deseando abrazar a la familia y a las amistades, quiero volver tan despacio como vine. El movimiento con esfuerzo es saludable para el corazón, y es el corazón el que me lleva a casa, más que las piernas.
No sé si daré mucha continuidad al blog. La alboka tampoco la he tocado últimamente. Si surge algo que lo merezca, lo escribiré. De momento os digo hasta pronto con una foto. Os quiero.