He aprovechado la estancia en Tinguir para preparar unas explicaciones sobre mi alboka, con audios y todo.
Antes, unas fotitos de la ciudad.
La propia Tinguir es una ciudad pequeña, pero hay muchos barrios junto al palmeral, que se extiende más de veinte kilómetros. El magnetismo del agua.
Por lo demás, es una ciudad ruidosa repleta de talleres y cuesta respirar por la sequedad y la contaminación. Las tormentas de arena que se levantan algunas tardes tampoco ayudan.
Ahora sí, la alboka.
Osses ha hecho un trabajo excelente para estandarizar la alboka, tanto con los materiales como con el diseño. Uno de los resultados son las albokas de tonalidades distintas (y modificables). Aunque no entiendas las explicaciones que siguen, puedes intentar descubrir las diferencias entre las grabaciones.
La alboka tradicional (La-Sol) tiene las notas La-Si-Do-Re-Mi-Fa#/Sol (la nota Sol se toca soplando más fuerte a la nota Fa#). La tonalidad o contexto tonal que nos suelen sugerir esas notas (triste, medieval…) se llama dórica. En este caso comienza en La, pero podría comenzar en cualquier nota con tal de mantener la misma distancia entre ellas.
Mi alboka es Sol-Sol, consecuencia de añadir un Sol mas bajo a la tradicional. También tiene un agujero en la parte inferior para tocar el Sol alto sin forzar la nota Fa#.
Además, mi alboka tiene unas gomas para subir o bajar medio tono las notas intermedias. Así puedo tocar distintas tonalidades y escalas con la misma alboka.
Si queremos tocar en la familiar tonalidad mayor (la de la canción infantil Pintto-Pintto), con la alboka tradicional tenemos grandes limitaciones. Tenemos que usar Do mayor, pero nos dará un yuyu queriendo sacar del agujero del Fa# a veces un Sol (soplando más fuerte) y otras veces un Fa (tapando medio agujero). Con la alboka Sol-Sol tenemos a mano los dos Soles y, subiendo una gomita, un Fa estable.
Si queremos jugar más con las notas altas que con las bajas, podemos basar en Sol la tonalidad que nos interese. A continuación, las tres primeras pero basadas en Sol.
Experimentar también es muy divertido, claro.
A la hora de tocar, con cada tonalidad hay que poner los dedos en lugares distintos, pero, una vez colocados, los movimientos a realizar son los mismos. Como en el piano, pero más fácil.
Puede ser más problemático tocar tonalidades con dos agujeros muy juntos si tienes los dedos gordos. Yo los tengo bastante finos y a veces ando justo, pero igual también será cuestión de práctica.
Para la digitación hay dos posibilidades, fundamentalmente: 1-Utilizar la de la alboka tradicional añadiendo el meñique derecho, o 2-Bajar un agujero cada uno de los tres dedos derechos (para tapar también el Sol bajo) y utilizar también el dedo izquierdo “tonto”. Como yo también soy un poco tonto, todavía no me he decidido.
Por tanto, si sientes tentación por la alboka y no eres muy tradicionalista, la alboka con notas modificables es muy buena opción. En cambio, si te vas a limitar al repertorio de toda la vida, mejor la alboka normal, porque la mía pesa más en la punta del cuerno (es más larga).
En cualquier caso, la cuestión es divertirse, txiruliruli, txiruliruli.