Como dije, Brahim y yo nos hemos arreglado estupendamente, él en autostop y yo en bicicleta, para llegar a la vez a descubrir nuevos lugares. Me tiene muy agradecido, porque con él me ha sido mucho más fácil manejarme durante cinco días.
Ademås he podido conocer algunos sitios que él quería visitar.
Cuando crees que conoces la hospitalidad marroquí, te vuelven a sorprender. Haciendo autostop de vuelta de una excursión a pie, se nos paran padre e hijo. No conformes con llevarnos al camping, nos guían en una excursión turística y nos invitan a comer.
Para pernoctar también me vino muy bien la compañía de Brahim.
Ha sido una experiencia genial la vivida contigo, Brahim. Suerte con tus estudios y seguimos en contacto 😉